Bloque 2: Textos folclóricos. Selección y adaptación


INTRODUCCIÓN
Quiero empezar esta actividad explicando que el folclore es una cultura popular y con autor desconocido. Son textos que no se pueden leer, que son para cantar o contar. Tiene muchas variantes debido a las numerosas adaptaciones que se han hecho al haber sido transmitidas de boca en boca, de generación en generación. Pueden ser en verso o en prosa. Dentro de la prosa se encuentran los mitos, leyendas, fabulas y cuentos. Estos cuatro tipos son los principales. 
Yo en este trabajo, me voy a centrar en elegir tres cuentos. Los cuentos folclóricos son relatos breves de asunto ficticio y carácter lúdico surgido de la tradición oral.
Al leerme la teoría me he dado cuenta de que tenía otro pensamiento totalmente diferente. Ahora soy consciente, que este  tipo de literatura no se podría considerar literatura infantil antiguamente ya que servía como entretenimiento para las personas adultas que vivían en los pueblos.
Hoy en día muchos de estos cuentos se siguen contando en las aulas de los más pequeños (incluso a mí me los contaban cuando era pequeña) pero obviamente con muchísimas adaptaciones. Siempre que se hagan estas adaptaciones podremos llevarlos a las aulas para disfrutar de las historias.
Para esta actividad he elegido tres cuentos de los hermanos Grimm. El motivo  de la elección ha sido porque son los más utilizados en la educación de los niños. Estos dos hermanos sobre todo se dedicaban a crear cuentos de hadas y recopilaban cuentos folclóricos de Alemania. Los cuentos de los hermanos Grimm se diferencian de otros cuentos adaptados y por ello, para que el público infantil los pueda leer debido a que el desenlace en la mayoría de los casos es con final feliz y también en la mayoría de los casos hay un héroe por lo cual el niño o la niña se puede sentir identificado y ser los protagonistas.


Imagen procedente de:  


UNA MUCHACHA HACENDOSA

-Cuento: Érase una muchacha hermosa, pero holgazana y descuidada. Le repugnaba tanto hilar, que cuando aparecía un grumo en el lino, por pequeño que fuese, antes que deshacerlo arrancaba un puñado de lino, que tiraba al suelo. Tenía una criada que era, en cambio, muy trabajadora. Recogía el lino que su ama desperdiciaba y, después de limpiarlo, lo hilaba; y con aquellos restos llegó a hacerse un lindo vestido. Un joven había pedido la mano de la perezosa señorita, y se acercaba el día de la boda. La víspera de la fiesta, la hacendosa criada salió a bailar, engalanada con su bonito vestido, y la novia hizo el siguiente comentario:
"¡Cómo salta la doncella
 en un traje que no es de ella!."
Oyólo el prometido y le preguntó qué quería significar con eso. La novia le contó que la criada llevaba un vestido confeccionado con el lino que ella había tirado. Al saberlo el muchacho, comprobó la holgazanería de la señorita y la laboriosidad de la pobre sirvienta, por lo cual plantó a la primera y eligió por esposa a la segunda.


-¿Por qué he elegido este cuento?
He elegido este cuento porque me ha llamado la atención el título, me ha parecido curiosa la palabra hacendosa ya que no sabía muy bien del todo cual era su significado y por donde iba a ir enfocada la historia. Al leerla me ha parecido una historia fácil de entender pero a la vez liosa porque los personajes no tienen nombres asignados.

-Edad a la que va dirigido
Este cuento iría a niños de 3-4 años debido a que es un cuento bastante cortito y solo hay 3 personajes por lo que entenderían fácilmente la historia y ya en esta edad saben que cosas están mal y bien, es decir, son consientes de sus propias acciones.

-Uso en el aula:
·         Cambios que haría: Como ya he dicho antes, es una historia que tiene tres personajes, la criada, la mujer hermosa y el joven. Aunque se les describa muy bien, creo que sería conveniente que cada uno tuviera un nombre para que fuera más fácil reconocer quien es quien en la historia.
Me llama la atención la frase:
 "¡Cómo salta la doncella
en un traje que no es de ella!."
Es una frase que está en verso y aunque no esté en prosa es una forma sencilla de ir añadiendo otro tipo de texto ya que la frase se entiende y es poesía, por lo que hace que el texto sea más bello y si se pronuncia y entona bien da al cuento más vitalidad.
Al ser un cuento antiguo, el lenguaje en el que está escrito también los es, ya que se utilizan frases como: " Oyólo el prometido y le preguntó qué quería significar con eso ", yo lo adaptaría cambiándolo a "Oyéndolo, el prometido le pregunto: ¿Qué significaba eso?"
Cambiaría también al vocabulario que se emplea en algunas palabras para que los niños lo entendieran mejor como: "repugnaba", "lino", "holgazana", "engalanada" y "hacendosa". La palabra repugnaba por no le gustaba, lino la sustituiría por hilo, holgazana por vaga, engalana por adornada y hacendosa por trabajadora.

·         Contexto en que se realizará la narración: Este texto lo contaría cuando quisiera tener un momento de reflexión en clase, es decir, una sesión grupal en la que podamos entre todos trabajar y dialogar a raíz del texto, para que pudieran ver los dos tipos de personas que pueden existir; alguien guapa y bella que no trabaja nada o con desgana y otra que puede pertenecer a una clase "inferior" pero trabajadora y que le prefieran antes a la segunda que a la primera por los hechos y no por el físico.

·         Preguntas que plantearía al final de la narración:
- ¿Qué es lo que más os ha gustado del cuento?
-¿Qué personaje elegirías ser?
-¿Qué os parece que el joven elija a la criada y no a la hermosa muchacha?
-¿Qué habéis aprendido con este cuento?

·         Motivos y simbología:
 Principalmente hay dos motivos:
-El motivo primero de este cuento es dar a ver a los niños que muchas veces las apariencias engañan. Que una persona por tener un físico más bonito que otra no tiene porque ser mejor que otra que no lo tenga.
-En segundo lugar es el amor, como lo tradicional es que el joven se hubiera ido con la hermosa muchacha pero no sucede así puesto que se va con la mujer trabajadora.
Sigue una estructura con introducción, nudo y desenlace característico de este tipo de cuentos.



-Cuento: "Un joven se alistó en el ejército y se portó con mucho valor, siendo siempre el primero en todas las batallas. Todo fue bien durante la guerra, pero en cuanto se hizo la paz, recibió la licencia y orden para marcharse donde le diera la gana. Habían muerto sus padres y no tenía casa, suplicó a sus hermanos que le admitiesen en la suya hasta que volviese a comenzar la guerra; pero tenían el corazón muy duro y le respondieron que no podían hacer nada por él, que no servía para nada y que debía salir adelante como mejor pudiese. El pobre diablo no poseía más que su fusil, se lo echó a la espalda y se marchó a la ventura. 
Llegó a un desierto muy grande, en el que no se veía más que un círculo de árboles. Se sentó allí a la sombra, pensando con tristeza en su suerte. 
-No tengo dinero, no he aprendido ningún oficio; mientras ha habido guerra he podido servir al rey, pero ahora que se ha hecho la paz no sirvo para nada; según voy viendo tengo que morirme de hambre. 
Al mismo tiempo oyó ruido y levantando los ojos, distinguió delante de sí a un desconocido vestido de verde con un traje muy lujoso, pero con un horrible pie de caballo. 
-Sé lo que necesitas, le dijo el extraño, que es dinero; tendrás tanto como puedas desear, pero antes necesito saber si tienes miedo, pues no doy nada a los cobardes. 
-Soldado y cobarde, respondió el joven, son dos palabras que no se han hermanado nunca. Puedes someterme a la prueba que quieras. 
-Pues bien, repuso el forastero, mira detrás de ti. 
El soldado se volvió y vio un enorme oso que iba a lanzarse sobre él dando horribles gruñidos. 
-¡Ah! ¡ah! exclamó, voy a romperte las narices y a quitarte la gana de gruñir; y echándose el fusil a la cara, le dio un balazo en las narices y el oso cayó muerto en el acto. 
-Veo, dijo el forastero, que no te falta valor, pero debes llenar además otras condiciones. 
-Nada me detiene, replicó el soldado, que veía bien con quién tenía que habérseles, siempre que no se comprometa mi salvación eterna. 
-Tú juzgarás por ti mismo, le respondió el hombre. Durante siete años no debes lavarte ni peinarte la barba ni el pelo, ni cortarte las uñas, ni rezar. Voy a darte un vestido y una capa que llevarás durante todo este tiempo. Si mueres en este intervalo me perteneces a mí, pero si vives más de los siete años, serás libre y rico para toda tu vida. 
El soldado pensó en la gran miseria a que se veía reducido; él que había desafiado tantas veces la muerte, podía muy bien arriesgarse una vez más. Aceptó. El diablo se quitó su vestido verde y se le dio diciéndole: 
-Mientras lleves puesto este vestido, siempre que metas la mano en el bolsillo sacarás un puñado de oro. 
Después quitó la piel al oso y añadió: 
-Esta será tu capa y también tu cama, pues no debes tener ninguna otra, y a causa de este vestido te llamarán Piel de Oso. 
El diablo desapareció enseguida. 
El soldado se puso su vestido y metiendo la mano en el bolsillo, vio que el diablo no le había engañado. Se endosó también la piel de oso y se puso a correr el mundo dándose buena vida y no careciendo de nada de lo que hace engordar a las gentes y enflaquecer al bolsillo. El primer año tenía una figura pasadera, pero al segundo tenía todo el aire de un monstruo. Los cabellos le cubrían la cara casi por completo, la barba se había mezclado con ellos, y se hallaba su rostro tan lleno de cieno, que si hubieran sembrado yerba en él hubiese nacido de seguro. Todo el mundo huía de él; sin embargo, como socorría a todos los pobres pidiéndoles rogasen a Dios porque no muriese en los siete años, y como hablaba como un hombre de bien, siempre hallaba buena acogida. 
Al cuarto año entró en una posada, cuyo dueño no quería recibirle ni aun en la caballeriza, por temor de que no asustase a los caballos. Pero cuando Piel de Oso sacó un puñado de duros de su bolsillo, se dejó ganar el patrón y le dio un cuarto en la parte trasera del patio a condición de que no se dejaría ver para que no perdiese su reputación el establecimiento. 
Una noche estaba sentado Piel de Oso en su cuarto, deseando de todo corazón la conclusión de los siete años, cuando oyó llorar en el cuarto inmediato. Como tenía buen corazón, abrió la puerta y vio a un anciano que sollozaba con la cabeza entre las manos. Pero viendo entrar a Piel de Oso, el hombre asustado quiso huir. Mas se tranquilizó por último oyendo una voz humana que le hablaba, y Piel de Oso concluyó, a fuerza de palabras amistosas, por hacerle referir la causa, de su disgusto. Había perdido todos sus bienes y estaba reducido con sus hijas a tal miseria que no podía pagar al huésped y le iban a poner preso. 
-Si no tenéis otro cuidado, le dijo Piel de Oso, yo poseo dinero bastante para sacaros de vuestro apuro.
-Y mandando venir al posadero le pagó, y, dio además a aquel desgraciado una fuerte suma para sus necesidades. 
El anciano, viéndose salvado, no sabía cómo manifestar su reconocimiento. 
-Ven conmigo, le dijo; mis hijas son modelos de hermosura, elegirás una por mujer y no se negará en cuanto sepa lo que acabas de hacer por mí. Tu aire es en verdad un poco extraño, pero una mujer te reformará bien pronto. 
Piel de Oso consintió en acompañar al anciano, mas cuando la hija mayor vio su horrible rostro, echó a correr asustada dando gritos de espanto. La segunda le miró a pie firme y después de haberle contemplado de arriba abajo, dijo: 
-¿Cómo aceptar un marido que no tiene figura humana? Preferiría el oso afeitado que vi un día en la feria, y que estaba vestido de hombre con una pelliza de húsar y sus guantes blancos. Al menos no era más que feo y podía una acostumbrarse a él. 
Pero la menor dijo: 
-Querido padre, debe ser un hombre muy honrado, puesto que nos ha socorrido; le habéis prometido una mujer y es preciso hacer honor a vuestra palabra.
-Por desgracia el rostro de Piel de Oso estaba cubierto de pelo y de barro, pues si no se hubiera podido ver brillar la alegría que rebosó en su corazón al oír estas palabras. Quitó un anillo de su dedo, le partió en dos, dio la mitad a su prometida, recomendándola le guardase ínterin él conservaba la otra. En la mitad que la dio inscribió su propio nombre, y el de la joven en la que guardó para sí. Después se despidió de ella, diciendo: 
-Os dejo hasta dentro de tres años, si vuelvo nos casaremos, pero si no vuelvo es que he muerto y entonces seréis libre. 
Pedid a Dios que me conserve la vida. 
La pobre joven estaba siempre triste desde aquel día y se la saltaban las lágrimas cuando se acordaba de su futuro marido. Sus hermanas, por su parte, la dirigían las chanzas más groseras. 
-Ten cuidado, la decía la mayor, cuando le des la mano, no te desuelle con su pata. 
-Desconfía de él, la decía la segunda; los osos son aficionados a la carne blanca; si le gusta te comerá.
-Tendrás que hacer siempre su voluntad, añadía la mayor, pues de otro modo no te faltarán gruñidos.
-Pero, añadía la segunda, el baile de la boda será alegre; los osos bailan mucho y bien. 
La pobre joven dejaba hablar a sus hermanas sin incomodarse. En cuanto al hombre de la Piel de Oso, andaba siempre por el mundo haciendo todo el bien que podía y dando generosamente a los pobres para que pidiesen por él. 
Cuando llegó al fin el último día de los siete años, volvió al desierto y se puso en la plazuela de árboles. Se levantó un aire muy fuerte, y no tardó en presentarse el diablo de muy mal humor; dio al soldado sus vestidos viejos y le pidió el suyo verde. 
-Espera, dijo Piel de Oso, es preciso que me limpies antes. 
El diablo se vio obligado, bien a pesar suyo, a ir a buscar agua y lavarle, peinarle el pelo y cortarlo las uñas. El joven tomó el aire de un bravo soldado mucho mejor mozo de lo que era antes. 
Piel de Oso se sintió aliviado de un gran peso cuando partió el diablo sin atormentarle de ningún otro modo. Volvió a la ciudad, y se puso un magnífico vestido de terciopelo, y subiendo a un coche tirado por cuatro caballos, blancos, se hizo conducir a casa de su prometida. Nadie le conoció; el padre le tomó por un oficial superior y le condujo al cuarto donde se hallaban sus hijas. Las dos mayores le hicieron sentar a su lado, le sirvieron una excelente comida, y declarando que no habían visto nunca un caballero tan buen mozo. En cuanto a su prometida, estaba sentada enfrente de él con su vestido negro, los ojos bajos y sin decir una sola palabra. 
El padre le preguntó, por último, si quería casarse con alguna de sus hijas, y las dos mayores corrieron a su cuarto para vestirse, pensando cada una de ellas que sería la preferida. 
El forastero se quedó solo con su prometida, sacó la mitad del anillo que llevaba en el bolsillo y le echó en un vaso de vino que la ofreció. 
Citando se puso a beber y distinguió aquel fragmento en el fondo del vaso; se estremeció su corazón de alegría. 
Cogió la otra mitad que llevaba colgada al cuello y la acercó a la primera, uniéndose ambas exactamente. Entonces él la dijo: 
-Soy tu prometido, el que has visto bajo una piel de oso; ahora, por la gracia de Dios, he recobrado la figura humana y estoy purificado de mis pecados. 
Y tomándola en sus brazos, la estrechaba en ellos cariñosamente en el momento mismo en que entraban sus dos hermanas con sus magníficos trajes; pero cuando vieron que aquel joven tan buen mozo era para su hermana y que era el hombre de la piel de oso, se marcharon llenas de disgusto y cólera. La primera se tiró a un pozo y la segunda se colgó de un árbol. 
Por la noche llamaron a la puerta, y yendo, a abrir el marido, vio al diablo con su vestido verde que le dijo:
-No he salido mal; he perdido un alma pero he ganado dos."

-¿Por qué he elegido este cuento?
He elegido este cuento porque transmite un valor que es esencial en la actualidad el de ser generoso y ayudar al que lo necesita. También vemos aspectos negativos porque la familia no ayuda y las dos hijas mayores son desobedientes.Hay numerosos personajes.
Creo que es un buen cuento para trabajar y da mucho de qué hablar y reflexionar.

-Edad a la que va dirigido
Este cuento iría dirigido a niños de 5-6 años, porque al ser un cuento extenso así pueden seguir bien la trama y aguantar hasta el final. Al tratar el tema de la generosidad,ellos se pueden sentir identificados o no con el protagonista ya que en esa edad les sigue costando un poco el compartir con los demás las cosas.

-Uso en el aula:
·         Cambios que haría: En primer lugar pondría nombres a los personajes. Podría ser este el ejemplo:
-Protagonistaà David
-Diabloà Belcebú
-Padre de las chicasà Fernando
-Hermanas mayoresà Elsa y Eva
-Hermana menor/prometidaà Lucia

El vocabulario y algunas frases que se emplea en algunas partes del cuento también haría una adaptación para que los niños no se perdieran con el cuento por ejemplo:
-“Se endosó también la piel de oso, lo sustituiría por coger.
-“Se hallaba su rostro tan lleno de cieno. Cambiaría la palabra subrayada de la frase por barro.
- “Estaba vestido de hombre con una pelliza de húsar.Cambiaría la frase por: Estaba vestido de hombre con una chaqueta de soldado.
- “Le guardase ínterin él conservaba la otra.” La frase adaptada sería: le guardase un tiempo y el conservará la otra.
- En cuanto al vocabulario las palabras “chanzas”, “desuelle”; las cambiaría por “”burlas/ bromas” y “raspe”, respectivamente.
El diablo, cuando le da la misión le dice que tienen que pasar 7 años, yo desde mi punto de vista pondría menos años y la adaptación que haría sería de menos tiempo, ya que 7 años me parecen muchos años. Pondría dos o tres y explicaría más a fondo lo que le va sucediendo a David en esos años.

·         Contexto en que se realizará la narración: El cuento lo contaría un día en el que en clase haya habido algún conflicto por no querer compartir un juguete o cuando algún niño o niña haya desobedecido a sus padres con algo que les haya dicho y no hayan querido hacer. Así pueden ver la importancia que tienen estos dos aspectos de compartir y obedecer. Entre ellos tendrán que dialogar, meditar y convencerse de estos aspectos que son muy importantes en la vida social.

·         Preguntas que plantearía al final de la narración:
-¿Actuarías como los hermanos del protagonista, que no le quisieron ayudar?
-¿Te gusta como actúa el diablo?
-¿Te gustaría ser como el protagonista?
-¿Qué opináis de la hermana que hace caso al padre? ¿Y de las dos mayores?
-¿Qué es lo que más os ha gustado del cuento?

·         Motivos y simbología:
Este cuento principalmente tiene dos motivos, el primero de ellos es viajes y búsqueda, en el cual, el protagonista va pasando pruebas, es decir, va mejorando personalmente y a cambio obtiene riquezas y felicidad. El otro motivo que se observa de manera muy clara es el de la hermana pequeña, que es la bondadosa, la que hace caso a su padre y a cambio las cosas luego le salen bien por obedecer y no defraudar a su padre.

Este texto se caracteriza por tener una introducción, nudo y desenlace propio de este tipo de cuentos.

LAS PRINCESAS BAILADORAS

-Cuento: “Érase una vez un rey que tenía doce hijas, a cual más hermosa. Dormían todas juntas en una misma sala, con las camas alineadas, y por la noche, a la hora de acostarse, el Rey cerraba la puerta con llave y corría el cerrojo. Mas por la mañana, al abrir de nuevo el aposento, advertía que todos los zapatos estaban estropeados de tanto bailar sin que nadie pudiese poner en claro el misterio. Al fin, el Rey mandó pregonar que quien descubriese dónde iban a bailar sus hijas por la noche, podría elegir a una por esposa, y, a la muerte del Monarca, heredaría el trono; pero con la condición de que quien se ofreciese y al cabo de tres días con sus noches no hubiese esclarecido el caso, perdería la vida.
Al cabo de poco tiempo presentóse un príncipe, que se declaró dispuesto a intentar la empresa. Fue bien recibido, y al llegar la noche se le condujo a una habitación contigua al dormitorio de las princesas. Pusiéronle allí la cama. Él debía averiguar adónde se iban ellas a bailar, y para que no pudiesen hacerlo en secreto o escaparse a otro lugar, dejaron abierta la puerta de la sala. Mas al príncipe le pareció que tenía plomo en los ojos y se quedó dormido; y cuando se despertó por la mañana, encontróse con que las doce habían ido al baile, pues todas tenían agujereadas las suelas de los zapatos. Lo mismo se repitió la segunda noche y la tercera, por lo cual el príncipe fue decapitado sin compasión. Después de él vinieron otros muchos dispuestos a correr la suerte, y todos dejaron la vida en la empresa.
En esto, un pobre soldado que, habiendo recibido una herida, no podía seguir en el servicio, acertó a pasar por las inmediaciones de la ciudad donde aquel rey vivía. Topóse con una vieja, que le preguntó adónde iba.
- Ni yo mismo lo sé - respondióle él y, en broma, añadió -: Me entran ganas de averiguar dónde se desgastan los zapatos bailando las hijas del Rey. Así, un día podría subir al trono.
- Pues no es tan difícil - replicó la vieja -. Para ello, basta con que no bebas el vino que te servirán por la noche y simules que estás dormido -. Luego, dándole una pequeña capa, añadió -: Cuando te la pongas, quedarás invisible y podrás seguir a las doce muchachas.
Con aquellas instrucciones, el soldado se tomó en serio la cosa y, cobrando ánimos, presentóse al Rey como pretendiente. Recibiéronle con las mismas atenciones que a los demás y le dieron vestidos principescos. A la hora de acostarse, lo condujeron a la antesala de costumbre, y, cuando ya se dispuso a meterse en la cama, entró la princesa mayor a ofrecerle un vaso de vino. Pero él se había atado una esponja bajo la barbilla y, echando en ella el líquido, no se tragó ni una gota. Acostóse luego y, al cabo de un ratito, se puso a roncar como si durmiese profundamente. Al oírlo, las princesas soltaron las carcajadas, y la mayor exclamó:
- He aquí otro que podría haberse ahorrado la muerte.
Se levantaron. Abrieron armarios, arcas y cajones y sacaron de ellos magníficos vestidos; y mientras se ataviaban y acicalaban ante el espejo, saltaban de alegría pensando en el baile.
Sólo la más joven dijo:
- No sé. Vosotras estáis muy contentas, y yo, en cambio, siento una impresión rara. Presiento que nos ocurrirá una desgracia.
- Eres una boba - replicó la mayor -. Siempre tienes miedo. ¿Olvidaste ya cuántos príncipes han tratado, en vano, de descubrirnos? A este soldado ni siquiera hacía falta darle narcótico. No se habría despertado el muy zopenco.
Cuando todas estuvieron listas, salieron a echar una mirada al mozo; pero éste mantenía los ojos cerrados y permaneció inmóvil, por lo que ellas se creyeron seguras. Entonces la mayor se acercó a su cama y le dio unos golpes. Inmediatamente, el mueble empezó a hundirse en el suelo, y todas pasaron por aquella abertura, una tras otra, guiadas por la mayor. El soldado, que lo había visto todo, sin titubear se puso su capita y bajó también detrás de la menor. A mitad de la escalera le pisó ligeramente el vestido, por lo cual la princesa, asustada, exclamó:
- ¿Qué es eso? ¿Quién me tira de la falda?
- ¡No seas tonta! - exclamó la mayor -. Te habrás cogido en un gancho.
Llegaron todos abajo, encontrándose en una maravillosa avenida de árboles, cuyas hojas, de plata, brillaban y refulgían esplendorosamente. Pensó el soldado: "Es cuestión de proporcionarme una prueba," y rompió una rama, produciendo un fuerte crujido al quebrarla.
La más joven volvió a exclamar:
- Pasa algo extraño. ¿No oísteis un crujido?
Pero la mayor replicó: - Son disparos de regocijo, por la pronta liberación de nuestros príncipes.
Llegaron luego a otra avenida cuyos árboles eran de oro, y, finalmente, a una tercera, en que eran de diamantes; y de cada una desgajó el soldado una rama, con gran susto de la pequeña; pero la mayor insistió en que eran disparos de regocijo. Prosiguiendo, no tardaron en hallarse a la orilla de un gran río, en el que había doce barquitas, y, en cada una, un gallardo príncipe. Aguardaban a las princesas, y cada cual subió a una en su barca, sentándose el soldado en la de la menor.
Dijo el príncipe:
- No sé por qué, pero esta barca es hoy mucho más pesada que de costumbre. Tengo que remar con todas mis fuerzas para hacerla avanzar.
- Debe de ser el tiempo - respondió la princesa -. Hoy está bochornoso, y también yo me siento deprimida.
En la orilla opuesta levantábase un magnífico y bien iluminado castillo, de cuyo interior llegaba una alegre música de timbales y trompetas. Entraron en él, y cada príncipe bailó con su preferida. Y también el soldado bailó, invisible, y cuando la princesa menor levantaba un vaso de vino, él se lo bebía, vaciándolo antes de que llegase a los labios de la muchacha, con el consiguiente azoramiento de ella; pero la mayor siempre le imponía silencio. Duró la danza hasta las tres de la madrugada, hora en que todos los zapatos estaban agujereados y hubieron de darla por terminada. Los príncipes las devolvieron a la orilla opuesta, y esta vez el soldado se embarcó con la mayor. En la ribera se despidieron de sus acompañantes, prometiéndoles volver a la noche siguiente.
Al llegar a la escalera, el soldado pasó delante y se metió en su cama. Cuando las doce muchachas entraron fatigadas y arrastrando los pies, reanudó él sus ronquidos, y ellas, al oírlos, dijéronse entre sí:
- ¡De éste nos hallamos seguras!,
Desvistiéronse, guardando sus ricas prendas y, dejando los estropeados zapatos debajo de las respectivas camas, se acostaron. A la mañana siguiente, el soldado no quiso decir nada, deseoso de participar de nuevo en la magnífica fiesta, a la que concurrió la segunda noche y la tercera. Todo discurrió como la primera vez, durando el baile hasta el desgaste total de los zapatos. La tercera noche, empero, el soldado se llevó una copa como prueba. Cuando sonó la hora de rendir cuentas, cogió el mozo las tres ramas y la copa y se presentó al Rey, mientras las doce hermanas escuchaban detrás de la puerta lo que decía. Al preguntar el Rey:
- ¿Dónde han estropeado mis hijas sus zapatos? - respondió él:
- Bailando con doce príncipes en un palacio subterráneo ­ y relató cómo habían ocurrido las cosas, aportando en prueba las ramas y la copa.
Mandó entonces el Rey que compareciesen sus hijas, y les preguntó si el soldado decía la verdad. Al verse ellas descubiertas, y que de nada les serviría el seguir negando, hubieron de confesar. Entonces preguntó el Rey al soldado a cuál de ellas quería por mujer.
- Como ya no soy joven, dadme a la mayor - contestó.
El mismo día se celebró la boda, y el Rey lo nombró heredero del trono. En cuanto a los príncipes, quedaron encantados durante tantos días como noches habían bailado con las princesas.”



Imagen procedente de:


-¿Por qué he elegido este cuento?
He elegido este cuento porque me ha recordado mucho a mi infancia ya que de pequeña me encantaba que me leyeran todo tipo de cuentos de princesas. Me gustaban mucho y quería ser como ellas. Me daban pie para imaginarme muchas aventuras y para luego jugar creando mis propias escenas.

-Edad a la que va dirigido
Este cuento sería para niños y niñas de 4-5 años porque al ser un cuento extenso niños más pequeños se cansarían enseguida y porque a esta edad se sienten muy identificados con los personajes ya que quieren ser como ellos y más autónomos, quieren más libertad a la hora de hacer ciertas cosas como vestirse, jugar, pintar…

-Uso en el aula:
·         Cambios que haría: Desde mi punto de vista, cambiaría principalmente el final del cuento ya que el padre obliga a que una de sus hijas se case con el soldado, sin darle opción de decir sí o no. Es verdad que antiguamente era el padre el que elegía con quien se tenían que casar sus hijas pero hoy en día como esto ha cambiado, los niños y niñas que oigan este cuento no se sentirán identificados por lo que yo diría que el rey le ofreciera una recompensa económica sin tener que elegir el soldado a ninguna de sus hijas.

Por otro lado, me llama la atención que no haya ningún nombre propio pero en este cuento lo veo como una ventaja ya que si hubiera nombres sería un lío ya que con sólo las hermanas ya habría 12 nombres diferentes y al no intervenir todas solo la mayor y la pequeña es más fácil de esta forma.
Si podrían tener nombres los 4 protagonistas principales que son el padre, el soldado y las dos hermanas, pero no es esencial, porque se entiende bastante bien.
En cuanto al vocabulario, cambiaría la palabra “regocijo”, por “alegría”, “azoramiento” por “confusión”, “empero” por “sin embargo”.

·     Contexto en que se realizará la narración: Este texto yo lo contaría únicamente por entretenimiento, un día al final de la mañana o de la tarde para acabar como reflexión grupal y actividad de escucha.

·         Preguntas que plantearía al final de la narración:
-¿Os ha gustado el cuento?
-¿Quién creéis que era la vieja que se encontró el pobre soldado?
-¿Hubieras creído a la hermana que oía ruidos, y que presentía que algo iba a pasar?
-¿Qué opinas del padre, por qué crees que puso esa oferta a la persona que descubriera donde se iban por las noches sus hijas?

·         Motivos y simbología:
Destaca que las protagonistas, son las 12 hermanas, es muy llamativo este aspecto porque antes las mujeres no lo eran, se les caracteriza por ser valientes y bellas, y tiene como metáfora que son brillantes hasta que son descubiertas.
Se caracteriza por ser un cuento en el que las protagonistas protagonizan una fuga todas las noches a escondidas de sus padre y el padre “(enemigo)”, manda saber a dónde van. Pero ellas son muy astutas e impiden que sean descubiertas hasta que una vieja le cuenta el secreto al pobre soldado.   
Tiene una estructura de introducción, nudo y desenlace propia de los cuentos folclóricos.

CONCLUSIÓN
Al haber tratado este tema he descubierto que casi todos los cuentos folclóricos se basan siguiendo una estructura muy similar y los temas y personajes que tratan la simbología es la misma.
No era consciente de las numerosas adaptaciones que tienen los cuentos infantiles, ya que muchos de ellos se contaban antiguamente a los adultos y hoy en día gracias a las adaptaciones, los niños más pequeños pueden disfrutar de estas aventuras, ya que sin ellas los niños no entenderían nada, ni se sentirían identificados con los protagonistas. Por ello, tengo que decir que es importante las adaptaciones y que una vez que se leen estos cuentos en las aulas, hacer una reflexión de cada uno de ellos y saber elegir el momento, no contar un cuento por contar, sino cuando realmente se necesite, ya sea para tener una reflexión grupal, por entretener y divertir al oyente o simplemente como enseñanza, es importante saber a qué edad va enfocado el cuento porque no es lo mismo trabajar con niños de 3 años que de 6 años, y es fundamental tenerlo en cuenta.
Me ha gustado mucho trabajar este tema porque ahora soy consciente de donde proceden todos esos cuentos que me contaban cuando era pequeña y el cambio que hay tras haber sido contado desde hace mucho tiempo de boca en boca y con este trabajo he podido aumentar más mis conocimientos.


Bibliografía:

Grimm, H. (s.f.). Las princesas bailadoras. Obtenido de: https://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/las_princesas_bailadoras
Grimm, H. (s.f.). Piel de Oso. Obtenido de: https://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/piel_de_oso
Grimm, H. (s.f.). Una muchacha hacendosa. Obtenido de:   https://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/una_muchacha_hacendosa


Comentarios

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  2. Hola Yael,
    He leído tu actividad detenidamente. Me parece bien, pero debo matizar que de manera global pasas a veces de puntillas por los diferentes apartados de la actividad. Por ejemplo en la introducción es mayoritariamente personal sobre tu punto de vista. Echo en falta que comentes algo de lo que es la literatura folklórica; características, tipos, conceptos, etc. . Algo que nos sumerja en ese campo para entender mejor el desarrollo de esta actividad con sus cuentos.
    En cuanto a la edad a la que van dirigidos y lo que esperas de ellos, quizá nos sorprenda lo que ellos entienden llevado a su mundo presente y lo que nosotros deducimos de las situaciones. Es decir, en el cuento de “Piel de Asno” el tema de la generosidad, que es un valor, probablemente ellos lo interpreten como alguien que necesita ayuda (dinero en este caso) y se la dan.
    Si me permites te sugeriría que añadieras algunas preguntas y las relacionaras o conectaras de cierta forma con situaciones diarias que les ocurran a ellos, para que de esta manera se familiaricen y se acerquen al mundo práctico del presente/ahora que entiende el niño.
    En la conclusión podrías comentar cómo organizarías y llevarías a cabo una actividad con los cuentos folklóricos partiendo de lo que has aprendido al realizar esta tarea.
    Bueno esta es mi impresión. Desde mi punto de vista has empezado muy bien pero estaría genial con estas sugerencias. Espero que te ayude mi aportación a tu trabajo.
    Un saludo!

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    1. Hola Ruth:
      Gracias por tu comentario y por los consejos que me das.
      Sobre la introducción he de decirte que explico en qué consiste la literatura folclórica, con su definición y sus principales características. También se debe usar como dice la guía de trabajo, argumentos de tipo personal y en mi caso he sido breve en este aspecto.
      En el cuento “Piel de Oso” no "Piel de Asno", los valores que transmite es la generosidad o compartir, pero no sólo es a través del dinero sino, como he dicho en la elección del cuento, ayudando a los demás, es decir, la generosidad la tiene el que hace la acción no el que la recibe y un niño de 5 ó .6 años lo sabe porque yo he trabajo con ellos y compartir sus cosas saben que es una acción buena aunque les cueste realizarlo en algunas ocasiones.
      Con respecto a añadir preguntas sobre su vida diaria tu aportación me parece muy interesante pero me he centrado principalmente en la comprensión del cuento.
      Gracias y un saludo.

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